Reporteros vs. Fotógrafos

Celeste Ramírez

Cada año como parte de los festejos del Día de la Libertad de Expresión y Prensa, además por la celebración del 30 aniversario de la Asociación de Periodistas del Valle de Toluca APVT, el gremio periodístico realiza el encuentro de fútbol de ida y vuelta, entre reporteros y fotógrafos, una tradición añeja que reviste la convivencia entre colegas.

Es un juego donde se refrendan los lazos de amistad, compañerismo y solidaridad. Además de compartir en familia la cita futbolística más esperada por el gremio.

En el anecdotario particular, el partido de Reporteros vs Fotógrafos, prácticamente representa un “clásico”, algo así como el América vs. Las “chivas” del Guadalajara. Es todo un suceso en nuestro gremio y así lo hemos visto siempre.

A ras del césped en el Estado Universitario Alberto “Chivo” Córdoba –también sede tradicional- vimos driblar a nuestros compañeros y en las tribunas no faltaron las porras tanto de periodistas, reporteros gráficos, familiares y amigos. La foto oficial del encuentro estuvo enmarcada por el mural pintado en la gradería por maestro Leopoldo Flores. Es un encuentro sencillo y alegre.

Aunque no me gusta el fútbol, desde 1993 espero con entusiasmo el marcador con la pregunta obligada: ¿Quién ganó? Confieso que soy hincha solidaria de los fotógrafos. Todavía recuerdo a compañeros de ambos bandos ahora fallecidos haber participado en la justa deportiva reporteril.

Como la costumbre también señala, el primer encuentro marcó el triunfo de los compañeros de la lente, mientras que los compañeros de la pluma se llevaron un honroso segundo lugar. El marcador quedó a tres goles frente a dos anotaciones.

Los integrantes de cada equipo se preparan concienzudamente para el encuentro, poniendo énfasis no sólo en el entusiasmo sino en la participación dentro de la cancha. Habrá que esperar el partido “de vuelta” para conocer al equipo ganador de este año. Mientras tanto el director técnico del equipo de reporteros, Raúl Mandujano ya prepara la estrategia para y Maximiliano Cejudo, DT de los fotógrafos, hace lo propio con la alineación hasta ahora triunfadora.

Más allá de quién gana o pierde, se trata de que la efeméride no pase desapercibida, pues así como se realizan actividades educativas, culturales, el evento deportivo cierra los festejos.

Y vale la pena insistir que éste es un partido de amistad y convivencia que busca estrechar los lazos de unión en nuestro gremio.

¡Mucha suerte!

Publicado en Milenio, Estado de México. 15 de julio de 2012. Sección Cultura, p. 36. 

Reviviendo a Maurice, #YoSoy132

Celeste Ramírez

Por derecho propio, al menos en la cultura popular mexicana, Mauricio Garcés ostenta el título de galán. Y a pesar que por ahí deambulan mal logradas imitaciones actorales, el sempiterno maestro de la seducción no ha sido superado por nadie.

El conquistador de pitillera de oro, lente oscuro y trajes de terciopelo brocado y seda al estilo a go-go, fue el epítome del don Juan moderno. Papel que recreó a partir de la década del sesenta. Lo mismo seducía a rubias o trigueñas, como a viudas, casadas, divorciadas o solteras.

El actor de trascendencia cinematográfica realizó alrededor de 67 películas logrando una carrera artística exitosa, principalmente Latinoamérica. Participó además teatro y televisión, convirtiéndose en referente de la comedia ligera mexicana.

En su rol de seductor näif siempre estuvo acompañado por su fiel mayordomo, que en la mayoría de las ocasiones fílmicas encarnó el actor Luis Manuel Pelayo, como parodia a referentes literarios, entre ellos del personaje Jeeves, creado por el escritor británico P.G Wodehouse.

En una época de absoluto control en los contenidos cinematográfico, Mauricio Garcés logró incluir crítica política, basta ver una escena de la película Modisto de señoras (1969). Al festejar la conclusión de un desfile de modas, el personaje D’Maurice afirma a las modelos: “Ha sido un éxito social, económico y político”. Luego, en la siguiente escena, lo reafirma al ir al salón y dar la bienvenida a la clientela: “Mi querido diputado sigue usted en el PAN o ya se cambió al PRI”. “Buenas noches, senador. Señora…”.

El único objetivo de Garcés fue ofrecer un cine familiar y sistemáticamente rechazó la oferta fílmica mexicana auspiciada por el gobierno priísta de Luis Echeverría Álvarez. “No me hace feliz el cine que se está haciendo”, advirtió al periodista Ricardo Rocha, en una entrevista realizada en el programa “En vivo” (1985). Y, abundó en esa plática: “Mis películas fueron para hacer reír a la gente, que buena falta le hace. Tuvimos dos sexenios sin reírnos”.

Algunos miembros del movimiento #YoSoy132, afirman a través de una pancarta -de esas tan creativas que han presentado-: “Para guapos yo”, lema acompañado por una foto de Mauricio Garcés, el actor, que pese a que tiene 23 años de fallecido, es uno de los más nombrados y recordados en las redes sociales.

Más allá de la nota curiosa sobre la pancarta del “zorro plateado” quien ha roto barreras generacionales, celebro el movimiento. Es una gran lección para los que han insistido en infantilizar a la sociedad.

Por mucho que deseo escribir a diario en este blog. Lo único que consigo es olvidarlo. Aún no sé qué pasa. Espero realizar una profunda reflexión y, de una vez por todas, enterarme que un día abrí este espacio cibernético para compartir algunos escritos.

Mientras me irriga la sangre en el cerebro y muevo los dedos para aplastar el teclado del computador, reciban un fuerte abrazo, quienes por alguna razón ingresen a este blog. Saludos CR.